

Hay marcas que nacen en un estudio.
Otras en un plan de marketing.
Schiava di Roma, en cambio, nació en un instante.
Hay momentos que parecen insignificantes y, sin embargo, contienen una marca entera. Schiava di Roma nació así: en un café servido con la precisión de un ritual, en una Vespa que atravesaba una calle empedrada, en la voz de Mina
que salía de una radio antigua. Roma no fue el escenario, sino la chispa: la vida cotidiana que, sin proponérselo, respira carácter.

A partir de ese instante comienza el proceso.
El diseñador se convierte en testigo: observa, escucha, colecciona detalles. No busca un estilo, busca un alma.


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Dentro están la mise en place: bocetos, decisiones, precios guía, errores y aciertos.
Aquí es donde un proyecto se dora por dentro.
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Encontrarás marcas como:






Espero que estés disfrutando del proyecto Schiava di Roma.
Continúa abajo.
El resultado no es un logo, ni una identidad gráfica aislada. Es un universo coherente donde todo habla el mismo idioma: la pasión italiana por lo bien hecho. El gesto elegante que no necesita forzarse. El diseño que no persigue modas, porque nace de algo más profundo: una verdad cultural, un carácter.
Schiava di Roma se vuelve así un espejo. Un reflejo de lo clásico, traducido en códigos contemporáneos.

Cada marca que diseño sigue este mismo camino: parte de un instante, crece en una búsqueda y se materializa en una forma que respira autenticidad.
Schiava di Roma enseña que la identidad de una marca no se inventa, se descubre. Y que el verdadero lujo no está en añadir, sino en revelar lo esencial.

XXV – 2013
Es puro carácter. Es el aroma de un espresso en una plaza escondida, el rugido de una Vespa en una calle empedrada, el gesto elegante de alguien que no se esfuerza por serlo, porque ya lo es. Es la piel que se estremece con un solo acorde de Mina o de Battisti. Es ese “te lo dije” que suena mejor en italiano.
En el corazón de Roma, donde la historia se respira en cada rincón y la esencia de la cultura italiana se vive intensamente, nace Schiava Di Roma. Un proyecto que no es solo una marca, sino un tributo a la tradición, la pasión y la artesanía que define a Italia. En cada pieza, cada gesto, cada elección, encontramos la raíz de lo genuino, de lo auténtico, de lo que nunca pasa de moda: la calidad.
Desde la Roma antigua, la palabra schiava nos evoca una relación de amor y dedicación. No se trata de servilismo, sino de devoción y respeto por el arte de hacer las cosas bien. En Schiava Di Roma, cada acción, cada creación, está impregnada de esa misma devoción. Aquí, la pasión por lo bien hecho es un lenguaje universal, hablado con las manos de los artesanos y los corazones de los que creen en la belleza de lo clásico.
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Espero que hayas disfrutado del proyecto Schiava di Roma.